viernes, 27 de noviembre de 2009

la hoja


LA HOJA.-

Un día de otoño vi las hojas marrones cayendo.
Al día siguiente otra más cayó, revoloteó un poco por el aire y se metió en mi boca.
Me tragué la hoja y se quedó en mi pecho.
Desde entonces, por más alegrías, por más primaveras que tenga, siento otoño.
Siento otoño en los supermercados, siento otoño en el amor y siento otoño los lunes y los domingos.
Siento otoño en los barriales y en las alfombras lujosas.
El otoño me dobla la cansada espalda, me alimenta insensatas esperanzas, se viste de violeta con policial uniforme.
Siento otoño en los amaneceres y en los niños sin sol.
Siento otoño en las oficinistas, y los cigarrillos tienen sabor a otoño.
Siento otoño en las plazas, en los ojos de los hombres, en las ganas de amar de la gente. En las banderas sucias de hollín. En los empates cero a cero..
Y veo, todos los otoños, alguien traga una hoja seca, como yo. Y veo multitudes alimentándose de otoños.
Ni Dios ni diablo me esperan entre las piedras de las ciudades; ni inviernos ni veranos ya me quedan.
A lo sumo, un automóvil, que te lleva para que no pises ni veas las hojas secas, que cada vez son más.
Eso me pasa por andar con la boca abierta.

Miguel Gary.-

domingo, 1 de noviembre de 2009

leyendas 2


LEYENDAS 2.-

Los árboles de algunos parques son todo un Universo en sí mismos
algunos son demasiado grandes de raíces muy viejas
en las noches se sacuden como fatigados

qué pacto de extraña geometría los dispone de tal o cual forma?
las sombras que dan los árboles en verano son de una extraña oscuridad
como si esa sombra nos abrazara y nos protegiera de impertinentes luces

yo de niño me trepaba a los más pequeños
pero los árboles del parque
son la bóveda oscura de los enamorados
guardan el secreto arcano
de la niñez que ya pasó
y la vejez que ya llega
(aquél chico que se trepaba conmigo y mis precoces deseos…)

y la fatigada antigüedad de los árboles
hará que el parque siempre
encierre dos mundos
la frivolidad del día con sus niños
las bicicletas y el fútbol
y el enigma de la noche

en la que sólo los árboles acompañan
el amor la locura…
y enormes
sacudidos por el viento
se preparan para conocer nuevos secretos.

Miguel Gary.-