domingo, 4 de enero de 2015

el profesor Loza Giemenez

El peruano Loza Gimenez (no recuerdo el nombre) era nuestro profesor de gimnasia de secundaria en el nacional Pueyrradón. Tómabamos las clases en lo que se llama el parque Pereyra de Barracas. Nos hacía transpirar, jugaba al fútbol con nosotros, y lo queríamos profundamente. Pero esto no sería nada si no tenemos en cuenta que era un hombre a punto de jubilarse. Aprovechaba al máximo las instalaciones del predio gimnástico. Cuando alguno no hacía correctamente los ejercicios requeridos, tenía que trotar tres rondas al inmenso parque si quería jugar al fútbol o mejorar su nota. Cuando uno creía que estaba distraído y empezaba a caminar él casi siempre lo detectaba y hacía sonar su silbato. Mi hermano mayor sospechaba que había sido también profesor suyo, aunque nunca supimos descifrar si era la misma persona. Su gran enseñanza para todos nosotros fue: "USTEDES PUEDEN SER MUY BUENOS EN MATEMATICAS, EN HISTORIA, PUEDEN LLEGAR A SER EL DIA DE MAÑANA ABOGADOS O CONTADORES, O INCLUSO GENIOS CIENTIFICOS. PERO SI NO HACEN BUENA GIMNASIA A SU EDAD (TENIAMOS 13 AÑOS LA MAYORIA) NO VAN A PODER SUBIR UNA ESCALERA, NO VAN A PODER SI QUIERA CORRER EL COLECTIVO PARA SU TRABAJO". Eso se nos grabó a todos. Cuando yo hacía mal un ejercicio me decía al oído: "cómo vas a hacer con tu colectivo?..." Y yo, para mi gran sorpresa, me llevé gimnasia a marzo. Pero no por hacer mal los ejercicios sino por tonto, por faltar mucho. En marzo me "mató" en el patio del colegio. "Gringo, yo no quería verte aquí, tu eras bueno pero faltabas mucho". Aprobé el examen pero llegué a casa exhausto. Al año siguiente, tuvimos todos una horrible tristeza. El peruano Loza Gimenez se había jubilado (o lo habían jubilado las malvadas autoridades de esa época, 1977). En su lugar pusieron un estúpido que ocupaba la mitad de la clase haciéndonos hacer formación de fila militar. Luego yo abandoné los estudios y los terminé de adulto. Pero creo que me mantuve bastante ágil muchos años, y en eso influyó mucho el señor Loza Gimenez.

sábado, 11 de octubre de 2014

EL CASO DE LA IMPRENTA KRAFT, BARRACAS

El caso de la editorial Kraft en Barracas, es mostrado como muy triste en algunos sitios de la web. En éstos últimos años se comenzó la demolición de su edificio (respetando la fachada) y se instalará allí un centro de compras de una importante red de supermercados. Más allá de la "pesadumbre del barrio que ha cambiado" quiero detallar algunos aspectos más profundos. Yo, de chico, vi como la imprenta quebraba o no se si se trasladaba; la cuestión es que vi sacar a la calle las enormes máquinas impresoras, que hasta me daban miedo. Yo vivía en frente de la editorial. Luego me mudé y me enteré que el edificio se usó para una fábrica textil. Pero el edificio, que ocupaba toda una manzana, tenía una infraestructura ideal para una imprenta de gran envergadura. Creo que tenía tres pisos, seguramente con las divisiones para linotipia, impresión y encuadernación. Salidas para caminones; seguramente montacargas, en fin, de todo, y en una construcción de las mejores. Y ésto, por alguna razón, me remitió a la frase de Carlos Marx: LA ECONOMIA CAPITALISTA ES CAOTICA. Porque ésa era una imprenta para durar un par de siglos. Se podía haber adaptado a las nuevas técnicas, recibir algún subsidio, transformarse en cooperativa: lo que sea. Pero podía haber perdurado en una economía seria y planificada (por ejemplo, los planes quinquenales de los primeros gobiernos peronistas). No es la única víctima de la "economía caótica", desde ya; pero sus cambios a través de pocas décadas, hasta terminar en su demolición, son visualamente elocuentes. Si una MOLE de la envergadura de editorial Kraft, termina de ésta manera...imaginénse lo que pasa con medianos o pequeños emprendimientos. Todos conocemos algún cine de barrio demolido y otros lugares que se transformaron. No sabemos si es progreso. La imprenta Kraft era lo moderno. Cómo terminará dentro de unas décadas el paseo de compras de supermercados C.?... tampoco lo sabemos. "El progreso te ha cambiado" o simplemente la metamorfósis financiera de una economía saltimbanqui y oportunista? Repito, la imprenta kraft, era, para mí, lo verdaderamente moderno. Un lugar para que obreros trabajaran hasta jubilarse, se perfeccionaran, aprendieran nuevas técnicas, e inundaran el país de libros. (y no tengo nada en contra de supermercados C.) Y ésto, amigos, también es poesía...y política...y economía...y vida. Miguel Gary (Ubicación del edificio de la ex editorial: Jovellanos, Martín García, Isabel la Católica, Uspallata)

sábado, 12 de abril de 2014

domingo, 2 de febrero de 2014

edición de un pequeño libro del autor

PUBLICACION INDEPENDIENTE DE POESIAS: "LAS PAREDES". DE Miguel Gary. 16 págs. PUNTOS DE VENTA: ESPACIO CULTURAL G104. GASCÓN 104 C.A.B.A. LIBRERIA "LA LIBRE" BOLIVAR 646. QUIOSCO DE DIARIOS ESTACION RIO DE JANEIRO SUBTE "A". ESPACIO CULTURAL "LA SALA" AVELLANEDA 645.- LIBRERIA DE LAS MADRES HIPOLITO YRIGOYEN 1584.-

sábado, 11 de enero de 2014

DISEÑO GRAFICO INFORMAL ARTESANAL

almanaques, afiches propagandas. PRESUPUESTOS SUPERECONOMICOS. COMUNICARSE A: gauchitoargentino2@hotmail.com

lunes, 27 de febrero de 2012

dos


Dos.

se aman se besan
y no llegan a nada
están juntos
y no hablan
se miran
y no piensan
se abrazan
y vuelan
ni ayer ni mañana
son eternos
y no existen
se conocen sin nombres
se cohabitan sin casa
se visten sin ropa
se acercan de lejos
se hacechan se merodean
todo el tiempo
se despiden sin irse
se gastan a caricias
envejecen a besos.

Miguel Gary.

viernes, 17 de febrero de 2012

adiós a luis alberto spinetta

a mis trece años, allá por 1976, compré por primera vez un disco de él.
a partir de allí siempre hubo un disco de spinetta en todas las casas donde viví.
para mi no murió, porque siempre llevaré su música en mis oídos.
hasta siempre, luis.
miguel.

lunes, 2 de enero de 2012

mis estrellas



MIS ESTRELLAS

En la terraza miro
Las imágenes que forman las nubes
Y busco en ellas un rostro conocido
Las estrellas son los ojos de mi madre
Y debajo las casas
Que siguen sin sentido

Las calles quedan solas
los párpados decaen
La ansiedad se hace sueño
El mañana da un paso

Tú ya descansas
Yo fumo en el silencio
De la noche cerrada
Porque cuando la tierra angustia
Es el cielo el que llama
A volar con el alma

Los pasos de los hombres
En la ciudad marchita
Los devora la nada
Las alturas parecen
Esperar que las aves
Vuelvan a acompañarlas


Florencia Natalia Madariaga
(Esta poesía pertenece a Florencia Madariaga (1964-2000).  Fue hija del famoso poeta argentino Francisco Madariaga.
Fue docente de escuela primaria, locutora, actriz y muy buena poetisa.   Falleció por un súbito problema cardíaco a fines del año 2000.
Alta, muy delgada, y con una larga cabellera marrón. Inquieta, trabajadora y con gran sensibilidad social.)




domingo, 13 de noviembre de 2011

las dulces migajas de la fortuna



LAS DULCES MIGAJAS DE LA FORTUNA.-


Los minutos que le agregas a tu sueño
Los pequeños delitos de la esquina
Los vicios que se ocultan en los sótanos
Las escapadas en horario de oficina

La emancipación de tus pecados
El plan del atentado a la rutina
El billete encontrado
El tomate robado
La lluvia que te quitó el calor

La novia que te alejó de tu familia
La rata que rompió el despertador
El amigo que te pagó un tequila
El calmante que tenía justo el doctor

El atajo a la casa de tu amiga
Miguitas que caen del pan
De la diosa fortuna
Cuando la menopausia la distrae
Monedas que se le caen a los gerentes
A los generales
A los obispos
Gotitas que salpica
La fuente de la gloria
Guijarros que bajan
rodando del olimpo
castillos de arena
rayitos de sol que no sofocan

caricias por debajo de la mesa
no la totalidad, un pequeño trocito
no toda la torta, su guinda más brillante


La ruta que no conocen tus amigos
La vida que desconocen los vecinos
Lo que quiere evitar la policía
El golpe de suerte en el casino
La risa de un niño al mediodía.

Miguel Gary.

sábado, 8 de octubre de 2011

ladran sancho


LADRAN SANCHO.

Donde mueren los sueños
Allí donde empieza el no se puede
El está prohibido el qué vergüenza
El lugar común del “que descanses”
La cruz de plomo de la resignación

Allí debes empujar retrucar
Forzar los límites de la condición humana
Pedir lo imposible

Allí debes lanzar tu molotov
Donde los salarios se agotan
Donde todas las mujeres dicen no
En el feriado más gris del camarero

En el bostezo amargo que no es niñez ni muerte
Cuando el vino pierde su sabor
Cuando mueren los ángeles del barrio
y nacen las topadoras del destierro
Prende la llama de tu más loca ilusión

Busca tu dulcinea
Hazte una siesta junto a Jesús
Aprovecha para ahorrar
Y pide lo que el dinero no puede comprar

Besa con tu último aliento
Esquiva las balas de los que no tienen porqué luchar
Haz tu canción de roca y tu cuerpo de junco
Baila al filo de la depresión
Roba a las trompadas el boleto
a un futuro mejor.

Miguel Gary.

CLASES DE YOGA:
miér. y vier. de 11 a 12 hs.
concepción arenal 3560 1° (barrio de chacarita)
www.practicayogafenix.blogspot.com

domingo, 21 de agosto de 2011

encontrar la salida


ENCONTRAR LA SALIDA.


pongo la una
ponme la otra
palabras que quieren
sacarme de esta cárcel

palabras contra la rutina
versos contra el paredón
canciones contra el hastío
mientras pasa el olvido
riendo en mi balcón

digo la primera
me aburro en la penúltima
te beso en la segunda
y escapo del final

melodía nocturna
para velarte el sueño
sinfonía inconclusa
por intoxicación

garabatos febriles
cartas acariciadas
llaves del calabozo
de la gris orfandad

mentirillas piadosas
tangos sintetizados
melindres silenciados
que no perdurarán

aullido del orgasmo
gemir del viento azul
que acaricia los árboles
de las plazas del sur


grito de aquella puta
que le dijo no al yuta
que sin darle ni un mango
se la quiso magrear

Miguel Gary.

domingo, 24 de julio de 2011

te extraño



TE EXTRAÑO.

chocolate que trajo papá
tarde de mate y facturas
vino tinto
disco de los rolling en el winco
cigarrillo sin filtro
riguroso y noble profesor de matemáticas
primer beso en la boca

rigurosa muchacha troskista
canción italiana
rosario bendecido en el volante de un taxi
peregrina esperanza indómita
nexos entre sueño y realidad
ganas de cambiar algo

silla de mimbre en aquél altillo
gauchada de un vecino
fugaz instante de comprensión
actriz que protagonizó a alejandra
café con leche en medio de la ruta
rubro 59

amigo charlando en la madrugada
encarnación anterior en pekin
breve pero reponedor descanso bajo tierra
retorno en subte desde chacarita
primer salida a buenos aires
panqueque con dulce de leche
largo beso en plaza tribunales

Miguel Gary.

(y me tomo vacaciones de este blog, mientras dure el invierno en argentina)

sábado, 25 de junio de 2011

censurado



CENSURADO.

Indeseable
Como los pobres
Como los diferentes
Como los desvelados

Cuestionado
Como la parapsicología
Como los estimulantes
Como las africanas
(Como los indignados de madrid)

Peligroso
Como el Cristo revolucionario
Como la democracia sindical
Como el socialismo en manhattan

Subversivo
Como el cuarto del adolescente
Como el glamour de los transformistas
Como el embrión de las utopías

Malherido
Como la aventura del asceta
Como el ferrocarril de un pueblo chico
Como la llama de la esperanza.

Miguel Gary.

domingo, 5 de junio de 2011

homenaje al hombre anónimo



HOMENAJE AL HOMBRE ANONIMO.

Esos hombres que veo en las calles y en los subtes
Esos hombres y mujeres a quienes al cabo odiaba
Porque no eran ni parientes ni amigos ni vecinos
Ni siquiera conocidos ni famosos
y ahí estaban

Eran cheques en blanco
Ignorantes ignorados
Eran tal vez amantes
Albañiles parteras

Bebes llorones ancianos decrépitos
Gorditos visitadores médicos
Esos extraterrestres peligrosos
Apurados
Con sus hijas de tres añitos
Sus radiografías sus llaveros

Abogados de pobres y ausentes
Con sus bolsos con sanguches sus camperas baratas
Esos que me miraban desde las ventanillas
Que me decían cómo llegar al dentista

Esas empleadas demacradas taconeando en la aurora
Esos a quienes no tuve el gusto me prestaron la piel
Para que cruce el río del destino y fue un milagro
Y al fin aprendí a tomarme del pasamanos
esos a quienes no vi más que unos segundos
quizá me avalaron los créditos que saqué
contra los cielos negros del invierno

son los culpables de que tenga yerba
me prestaron sus gestos argentinos
me afanaron el carnet de la mutual del llanto

a esos habitantes de la lluvia y el hastío
artesanos fanáticos del anonimato
les debo los aplausos los sellos por triplicado
los nervios la poesía
la muerte
y la vida.

Miguel Gary.

jueves, 19 de mayo de 2011

defecar


DEFECAR.

Aléjate de los vigilantes
De las veloces miradas asesinas
Exíliate unos minutos
En un tranquilo cuarto de baño

Hay un desahogo mejor que el llorar
Una suerte de ritual
Que nos libera del pasado
Sentado en el trono de tu soledad
Sientes bajar la bola de tristeza
Por tus intestinos por tu recto

Afuera las nubes se despejan y un sol tibio
Comienza a asomar
Y nada ni nadie puede
Detener tu liberación
El pasado cae oscuro
Como lágrimas con rotas cadenas
Sientes el vacío
Un vacío fértil
Necesitado de cosas nuevas


Miguel Gary.

sábado, 14 de mayo de 2011

se fue el tren


SE FUE EL TREN.-

los vecinos de abajo
son demasiado pobres
los vecinos de arriba
son muy autoritarios

la vecina del fondo
es una solitaria
al vecino de al lado
le falta un jugador

el hombre de adelante
sale mucho a pasear
el hombre de la esquina
es un viejo aburrido

la tipa de la esquina
es una casquivana
la gente en la avenida
no me puede ni ver

los hombres de los trenes
son demasiado tontos
los vecinos de enfrente
copulan sin parar

el croto de a la vuelta
casi se muere hoy
mi amigo de oficina
muy lejos se mudó

la niña del hotel
ya es toda una mujer
mambrú se fue a la guerra
y la abuela parió

postergué mi vejez
para cuando sea viejo
la galaxia entró en crisis
el quiosco se incendió

(qué me dices de libia
la deforestación
las profecías mayas
y el tsumani en japón?)

me quedan dos amigos
uno está medio loco
una guitarra en llamas
y un libro de tuñón

claudio se hizo travesti
luis desapareció
los vecinos de abajo
siguen siendo muy pobres
toman todos los días
el tren que ya pasó.-

Miguel Gary.-.

domingo, 17 de abril de 2011

el café más rico del mundo



EL CAFÉ MAS RICO DEL MUNDO.-

no me convencen los domingos con ravioles
ni los días de vino y rosas
ni los guardianes de camisa y corbata
no quiero sabores exóticos
ni la última novedad del gourmet
sólo quiero tomar contigo
el penúltimo café

el café del loco que ha escapado
el café del plan de los ladrones
el café más sabroso del mundo
el que tomamos tú y yo la vez primera

el que toman las viejas antes de irse a bailar
el café de la política y de las utopías
el de los periodistas y de los cirujanos
el de los solitarios que salen a pasear

el café de nocturnos caballeros andantes
que no es el tortoni ni café la humedad
es el café apurado de amantes debutantes
el café de los sueños que se hacen realidad

no quiero planear viajes a sitios recomendados
no me interesa la última versión de microsoft
no tengo gana alguna de ir a cortarme el pelo
ni lavarme los dientes ni mirar el reloj

vayamos ahora mismo al café de la esquina
aunque llueva aunque truene
o se haya muerto el sol
después de saborearlo como un néctar celeste
volveremos a casa y haremos el amor

y más tarde al caer el sol tibio y cansado
vayamos a otro bar en lenta travesía
para recorrer todos de a dos o tres por día
porque cada uno tiene su historia y su pasado

cuando ya peine canas y el tiempo se haya ido
como el tren que me espera sólo por una vez
que Dios me de las fuerzas, ganas de seguir vivo
tomar siempre contigo el penúltimo café.-

Miguel Gary.-

sábado, 26 de marzo de 2011

el pasillo de un tren



EL PASILLO DE UN TREN.
"el pasillo de un tren de madrugada".
Esa estrofa de sabina me hace acordar cuando me volvía a catán despues de joder por la capital de madrugada.
Esos viajes eran insoportables, no tenes idea.
Porque a mí se me daba por ir a joder en pleno invierno. Hacía poco que estaba en el ministerio. mas o menos el 83, 84, por ahi.
El tren y el 59 en estación buenos aires porque sino: como llegaba al centro?. era más fino que viajar de parado en el 86, pero más complicado.
Y el pasillo digo porque empezaba a buscar vagones que no tuvieran la ventanilla rota.
ni ladrones había.
Había gente rara que dormía y yo no podia dormir.
La verdad que era una epoca tranquila, pero desolada y fría.
Y a mí no se me ocurría ni el walkman, ni un libro, ni el diario.
Era aburrirse y tiritar de frío. A pesar del sobretodo heredado de mi hermano, la bufanda, las medias gruesas, etc.
Había un tren guacho que se quedaba en tapiales, a las 2.30 de la madrugada.
En la estación habia un barcito y no me quedaba otra que pedirme un vasito de caña legui para sacarme el frio y tranquilizarme.
Y esperar al otro.
Y nada de fumar mucho, porqué: si se acababan?? Dónde compraba a esa hora por esos lares?
Despues se me fue ocurriendo comprar el crónica, para llevarle a mi vieja y yo hacer el crucigrama en el viaje.
Y despues los libros.
Casi todos los libros que leí enteros fueron en esos trenes.
Despues este tipo al que llamé el "hombre del té", me ofreció quedarme a dormir ahi en el departamento de congreso, mariano tambien me dio la llave de un altillo y todo cambió.
Y logicamente, aprendía a esperar la primavera y el verano para salir.
Ese sobretodo que creo que una vez lo usé de frazada en el altillo y luego nunca más lo vi.
Y me fui comprando ropa más adecuada para mí.
La primavera me fue desenredando de aquel manojo de soledad en que esos inviernos trasnochados me habían convertido.
Las mujeres espantaron los fantasmas de los pasillos de aquellos trenes grises.
(de González Catán a Tirso de Molina).

Miguel Gary.

sábado, 11 de diciembre de 2010

calavera



CALAVERA.

colecciona
placeres
aunque ya no le quede
ni hogar donde convalecer
como si
alguien
se los exigiera o como si
un día ya sin nada
pudiera recordarlos
uno por uno
el pobre no sabe
que el día doloroso
dolerá tanto que no habrá
lugar para el recuerdo
(los que fuimos jóvenes
sentimos un día
la urgencia del futuro
la sociedad rodeándonos sigilosamente como el cerco
de una tropa de ocupación
los cantos de sirena
todo eso de golpe
un día
y también la maza del albañil
rompiendo el zaguán donde amamos)
colecciona placeres
nunca tuvo sentido
nunca en realidad sonrió
pero
Dios le adeuda
el haber salido sin abrigo a la lluvia fría
el haber dejado que se jueguen a los dados
su manto
el no haber escuchado nunca
lo que se chimentaba de él.

Miguel Gary

sábado, 20 de noviembre de 2010

noche y silencio



NOCHE Y SILENCIO.

la noche llama al silencio
pensar en ti es hermoso
debajo de un manto negro
cubierto de estrellas
murciélagos que van y vienen
casi sin poder verlos

la noche llama al silencio
pensar
sólo pensar en qué se basa todo esto
sensación de ternura tristeza regocijo alegría
se apodera de mi frágil cuerpo

cansada somnolienta
medito reflexiono pienso
a qué tanto silencio
todo es negro y misterioso

es ella la noche
que con su poder mágico
permite elevar el pensamiento
crear un mundo propio único
con imágenes multicolores y sonidos de versos
la noche llama a gritos al silencio
quizá para crear mi propia música
gracias al fruto del pensamiento.

Liliana Morales. 1994.

viernes, 1 de octubre de 2010

febril


FEBRIL
a veces al menos
uno es dueño de su propio dolor
uno se viste de gala ante su miseria

la
llama de una vela
nos da una sombra gigante
en las paredes gastadas del hogar

uno saborea su vacío
tan insípido y tan puro
como el agua
como un caramelo que retumbara en la boca
de un niño travieso

al menos a veces
las cosas
se vuelven PALABRAS

y el cabello de la madre
ronda por la casa en el sueño del amante fatigado
el sexo ama con dientes amarillos

Miguel Gary

jueves, 23 de septiembre de 2010

la primer poesía


SI NO TE LLAMO

si no te llamo caigo
en el estancamiento
vacío eterno de lunas
soledades

junto al fogón
el mate y la guitarra
una ilusión
se desvanece entre los árboles
si no te miro

si no te sueño pienso
que todo es en vano
y es verdad
aparte del sol hay vacío
fuera de la felicidad no hay nada.


Miguel Gary.- 1977.- (Mar del Plata).-
(esta debe ser una de las primeras poesías que yo haya escrito. fue alrededor de mis catorce años y la recuerdo de memoria. la escribí una noche en Mar del Plata.)

domingo, 12 de septiembre de 2010

canción de cuna!


A LA MANCHA

Por allá en la tardecita
dentro del espacio azul
están jugando a la mancha
diez mil bichitos de luz.

Como va siendo de noche
todos llevan un farol
que apagan, para esconderse
como diciendo ¡a mí no!
Que encienden para mostrarse
como gritando ¡aquí estoy!

Por allá en la tardecita
dentro del espacio azul
están jugando a la mancha
diez mil bichitos de luz.

Fernán Silva Valdes

(Puedo recordar que esta fue una de mis canciones de cuna. Mi madre me la cantaba con la tonanda de "la mar estaba serena". Era muy reconfortante. Terminaba con:
"a la pradera nos vamos ya
a la pradera que el sol se va..." eran versos que había agregado mi madre de otra canción.
disculpen la nostalgia. esto ocurría hace más de 45 años.
ese bebé no soy yo, claro. Miguel.-)

sábado, 28 de agosto de 2010

se escondió! (o yuppie berreta del siglo 21)


SE ESCONDIO!.-
Se cortó el pelo y empezó a usar saco y corbata
Se consiguió trabajo en una oficina
Se escondió atrás de una computadora
Se casó y alquiló un departamento
Se compró un perro de raza y lo baña todos los sábados
Se compró un auto y lo lava todos los domingos

Tiene obra social medicina prepaga y tarjeta masticar
Se baña con furia y se perfuma todo el cuerpo
Dejó de fumar y mastica chicles belden

Se escondió muy bien… demasiado bien
Compra el deportivo ole y va a la cancha todos los domingos
O sea no se sabe más de él
No se sabe nada de su vida
Tiene un celular moderno
Y cuando viaja en subte o colectivo
Se pone a leer o borrar los mensajes de texto
O no se que otra cosa hace con el celular
Pero no mira a nadie
(niños que esperan su mano, viejos que esperan su respeto, mulatonas que quieren bailar rumba)
(Tiene tambien un mp3 para no escuchar la rumba)

Se escondió atrás de su niñito
Y de la entrada de cristales transparentes del edificio
donde solo saluda al portero
Y atrás de sus vidrios polarizados se le escapa una lágrima
Y esconde de vez en cuando
Alguna princesa de la noche

Mira constantemente el reloj y camina apurado
Huye…huye
huye el muchacho del humo de la noche
De su juventud que pisa sus talones y rasguña su espalda
Desapareció en la multitud
Los viernes te dice buen finde y a la noche que descanses
Y detrás de sus vidrios polarizados
Se le escapa una lágrima.-

Miguel Gary.-

sábado, 21 de agosto de 2010

tumbas azules


TUMBAS AZULES

tumbas azules bajo una lluvia quieta
a borbotones la distancia nunca tan cerca
el pasado señalándome

tumbas azules tan serenas y vivas
ante la ciudad desolada
la avaricia
las piedras

mi auditorio es de urbanos difuntos
mi soledad se quiebra ante el espíritu
con qué respeto mira ese polvo del siglo
con qué solemnidad
los muros y las cruces
los muebles heredados
los pinos en la noche

cementerios perdidos suburbanos
domingos de lluvia
y estado de sitio
mujeres durmiendo con sus hijos

el relámpago iluminó de pronto una sonrisa
una guitarra pronunció un breve quejido
una paz escalofriante
me lleva a dormir en rincones oscuros

me lo dijo un mendigo
que habita un viejo puente
y es cierto
nunca cuando bebo soy demasiado alegre

pero aún se amar
con la paciencia de un caracol nocturno

camino lentamente encorvado
por callejuelas desiertas
tomando tu mano invisible.

Miguel Gary.

(publicada en 2Obras)

miércoles, 11 de agosto de 2010

mis saludos a España

les cuento a todos que por el momento no puedo entrar al blog, por eso es que hace mucho que no posteo. quiero aprovechar para saludar a todos los españoles porque es el país que más me visita despues de Argentina.
España, la tierra de mi abuela paterna, de Miguel Hernández, Antonio Machado, Serrat, etc.- besos a todos, miguel.-

P.S. Parece que el problema se va solucionando de a poco. Hoy pude entrar tres veces desde mi equipo.
Espero pronto seguir adelante. Segun el úlitmo contador que tuve, ya tuve más de 3600 visitas, así que me doy por hecho.
Les aseguro que a los 16 años escribía mejores cosas, pero las perdí todas en mis mudanzas.-

martes, 25 de mayo de 2010

bicentenario

FELIZ BICENTENARIO, ARGENTINA, PATRIA MIA!
1810 - 25 DE MAYO - 2010

jueves, 20 de mayo de 2010

nuestro medio ambiente


NUESTRO MEDIO AMBIENTE.-

Soy una persona que siempre creyó que el hambre en el mundo era un problema más urgente que cualquier calamidad ecológica.
De hecho, hay más de 1000 millones de pobres en el planeta.
Me parece que eso es algo terrible. Y ya no me importa demasiado de quien es la culpa.
Creo que todos los gobiernos del mundo se tienen que poner de acuerdo, reducir los gastos de armamento (que no sirven para nada, más que para causar dolor) y destinar ese dinero a solucionar el tema de la pobreza.

Como también tienen que usar más recursos para investigar las vacunas contra el sida y el cáncer.
Eso es una obligación que tienen todos los gobiernos del mundo YA, si es que todavía somos humanos.
Pero de a poco, aunque al principio era medio indiferente, el problema ecológico está empezando a preocuparme cada vez más.
Y ahora me parece que salvar el planeta me parece un problema tan prioritario casi como reducir la pobreza.
Me resulta muy llamativo la cantidad de tsunamis, maremotos, terremotos y demás desastres naturales que se están dando cada vez con más frecuencia.
Y en mi país y en mi ciudad, por ejemplo; Buenos Aires, Argentina, está haciendo un inusual calor todos los veranos, extendiéndose hasta entrado el otoño.
Los inviernos, que cuando yo era chico eran largos y duros, ahora ya no lo son. Se dice que Argentina está tomando un clima subtropical.
El agujero de ozono…el efecto invernadero…la lluvia ácida…la polución.
Esto me hizo reflexionar.
La revolución industrial en el mundo moderno comenzó hace más de 100 años.
Hace ya muchos años que el hombre viene emanando gases contaminantes, arrojando plástico y petróleo al mar, los ríos y los lagos.
En cuanto al recalentamiento global, hace ya miles de años que el hombre aprendió a hacer fuego artificialmente.
Y sobre éstas cosas hay que reflexionar SIN CULPA.
Nosotros no somos los “malos” que contaminamos y el planeta Tierra, el “bueno”. Nosotros somos simplemente otros animales más de este planeta; los animales más evolucionados.
Y al igual que todos los animales, buscamos nuestra forma más cómoda de vivir. Buscando el calor del fuego, la iluminación eléctrica, y bueno…todo lo que vino después.
Las pilas, los celulares, las ondas de radio y televisión, los cds, el humo de los automóviles…Vayamos sumando todo, y multiplicando por la cantidad de años que estas tecnologías están sobre la Tierra.
No es de extrañar este “cansancio de la atmósfera”; cada vez más vertigionoso si los gobiernos no toman conciencia y determinan medidas drásticas y urgentes.
En Buenos Aires, mi ciudad, hasta ahora, las pilas se pueden llevar a los CGPs del barrio, y allí las juntan.
En cuanto a los celulares en desuso, se llevan a las compañías que los fabricaron y allí los reciclan.
Esto es todo lo que podemos hacer las personas comunes por el medio ambiente.
Hay grandes estudios para buscar fuentes alternativas de energía: energía solar, biomasa, energía eólica.
Yo no creo en las predicciones apocalípticas sobre el 2012.
Pero sí, si seguimos así, el 2012 puede ser un nuevo año de gran contaminación, recalentamiento global y desastres naturales.
La responsabilidad de las medidas a tomar es de los gobiernos mundiales. No tanto de las personas comunes.
Así como se preocuparon por la crisis económica del 2008.
Y más aún, porque se ha podido vivir en épocas de crisis económicas, pero no sabemos si podremos vivir en un mundo hipercontaminado.
Los bebés del presente son los que heredarán el mundo.
Y los hijos de ellos.
Y es con ellos nuestra responsabilidad ecológica. Recordando aquél viejo dicho que tiene cada vez más vigencia:
“trata de dejar este mundo en mejores condiciones que como lo encontraste.”

Miguel Gary.-

miércoles, 19 de mayo de 2010

como leer este blog

Yo les aconsejo leeerlo de abajo para arriba; o sea desde las primeras poesías hasta las últimas.
Tambien, debajo de cada entrada, donde dice "etiquetas" al lado van a ver una palabra clave (keyword) que dice por ejemplo: relato breve, urbanas, et.
Si hacen clic en esa keyword les traerá todos los cuentos, poesías urbanas, románticas, o lo que ustedes deseen leer.
Miguel Gary.-

miércoles, 17 de marzo de 2010

anibal y los reyes magos


ANIBAL Y LOS REYES MAGOS.-
Aníbal era un gordito que a todos nos parecía un poco tonto, pero bueno y feliz.
Jamás bajaba a jugar a la pelota; era muy “nene de mamá”, eso me caía un poco mal. Pero en el fondo lo quería.
Yo tenía, calculo, un año más que él, y estaba más “avivado” en ciertas cosas.
Aquella calle de Barracas Norte estaba dividida en dos.
A la derecha estaban las casas más viejas, inquilinatos de gente pobre y obreros.
Y en frente se levantaban nuevos edificios de departamento donde venía a vivir gente más refinada.
Mi familia vivía en un inquilinato. En cambio Aníbal vivía con su madre en los departamentos de enfrente.
Desconocíamos el significado de la palabra “discriminación”.
A veces me fastidiaba verlo tan tonto (aparentemente).
La madre era una señora joven, que me saludaba muy bien, y yo también a ella.
Se acercaba la fecha que más deseábamos todos los pibes: Reyes.
En aquellos tiempos yo pasaba las tardes en la calle, pasaban muchos menos autos que ahora y se podía jugar a la pelota tranquilamente.
Yo ya hacía un año que sabía que los famosos Reyes Magos eran mis viejos, que en silencio y buena voluntad iban a las jugueterías (que quedan abiertas toda esa noche) a comprarnos regalos.
Pero igual, uno hacía como que no sabía, porque el día que dijéramos “los reyes no existen”, iban a acabar los regalos.
Se acostumbraba dejar los zapatitos, y agua y pasto para los camellos.
Eso fue lo que me dijo el gordito Aníbal cuando yo volvía transpirado del partido.
Que estaba preparando el agua y el pasto para los camellos.
A mí me enfurecía que fuera tan tonto; quería que fuera uno más de nosotros, que pudiera jugar a la pelota y ser un “atorrantito” más.
Lo miré, mientras picaba mi pelota, y le dije:
-Aníbal, no seas tonto. Pastito para los camellos!
Los reyes son los padres, nene. Que salen a la noche a comprar juguetes mientras vos dormís.-
Aníbal al principio me miró perplejo.
Pero el gordito pelirrojo, aunque algo tonto, también tenía su carácter fuerte.
-No, nene! Mentira! Yo voy a poner el pastito para los reyes!-
Pegó media vuelta y se fue para su casa.
Yo subí las escaleras hacia la mía para dejar la pelota y bañarme después del partido.
Pasaron más o menos dos días, y yo casi me había olvidado de la charla.
Y volví a salir a la calle, la eterna calle de todos los días; mucho menos peligrosa que la de ahora. (Estoy hablando de principios de los años ’70.)
Las pocas cuadras que a esa edad yo me animaba a andar; los terrenos baldíos que eran como pequeñas selvas que daban ganas de explorar, el petardo que algún chiquilín audaz se animaba a encender.
Y me paró la señora madre de Aníbal. Me dijo que tenía que hablarme. Y me dijo las siguientes palabras:
-Me enteré lo que le dijiste a Aníbal, sobre los reyes magos!-
-Pero qué? No es la verdad?.- pregunté yo.
Sí, es verdad pero está muy mal.
Sabés porqué? Porque yo quiero que mi hijo tenga INFANCIA, entendés? Tenga sueños…-
Y se alejó indignada y enojada.
Era la primera vez que alguien me decía algo así.
Que una mentira, una quimera, servía para que un niño fuera feliz.
Me volví a casa y estuve reflexionando, meditando con mi cerebro de niño, sobre ese reto tan hermoso que me había dado la mamá de Aníbal.
Algo que se me quedó grabado.
Que para ser realmente un niño había que creer en ciertas fantasías.
Quizá yo había perdido esa ilusión de los Reyes Magos. Pero seguro me quedaban otras.
De hecho, todavía jugaba a la pelota soñando con ser Marzolini o Pinino Mas.
Pero debía restituirle a Aníbal su sueño. Estaba entre perplejo y apenado.
Necesitaba encontrarlo a Aníbal, y explicarle, de alguna forma, que los Reyes Magos sí existían.
Anduve por la calle buscándolo, pero el gordito no aparecía.
Por suerte él vivía en el primer piso, y la ventana daba a la calle.
Me paré abajo y empecé a gritarle: Aníbal, Aníbal!-
El angelito abrió la ventana y se asomó.
De abajo le grité:
Necesito hablarte de algo.-
Bueno… esperame que ya bajo..-
A los tres minutos, Aníbal bajó.
-Che, sabés que me parece que me equivoqué, cuando te dije una cosa…-
-Sobre qué?-
No…los reyes magos.
Yo un día me quedé despierto hasta bien tarde a la noche, y me levanté, y vi como que se iban unos camellos.-
-En serio? Pudiste ver a los camellos?-
-Sí. Vi la parte de atrás de un camello, y escuché que bajaban la escalera del zaguán de mi casa.-
-Ah! Qué lindo! Bueno…me voy porque está por llegar mi mamá. Qué lindo lo que me contaste! Estoy contento!-
Me besó en la mejilla y se metió en su departamento.
Siempre, toda la vida, íbamos a necesitar creer en sueños, en utopías, como en los reyes magos, para poder vivir.

Miguel Gary.

sábado, 27 de febrero de 2010

homenajes post mortem


Nunca fue la intención en este blog homenajear a personas que quizá yo solo conozca, y que no aportan demasiado a los sentimientos de los lectores.
Pero como me he enterado de fallecimientos de personas queridas recienetmente, y no he tenido la oportunidad de ir a sus exequias (sea cuales fueren), escribo esto a manera de homenaje y recordatorio de todos ellos.
En primer lugar quiero referirme a Mariana Creimerman, de quien me enteré de su muerte en octubre del año pasado en Perú, a traves de internet.
Tuve oportunidad de conocerla en Buenos Aires en los `90. Se que era una gran periodista, y también me gustaban sus poesías y sus cuentos. L egustaba vivir al límite, y eso trae sus consecuancias. Parece que Mariana quería ser cremada y sus cenizas fueron arrojadas al viento de Cuzco.
Tambien quiero guardar el recuerdo de Julio Carlos Degruche, secretario general de la UPCN de la delegación Vialidad Nacional, fallecido hace apenas un mes.
Fue un delegado de alma, que llevaba el sindicalismo en la sangre, pero sobre todo las ganas inquebrantables de trabajar y además ayudar a sus compañeros; de la forma en que pudiera y estuvuera a su alcance.
Se jugaba por quien fuera que lo necesitara. A él le debo grandes favores en materia laboral, aunque esas cosas pasaron hace ya muchos años.
Tambien, cuando lo fui a visitar a su casa de la Boca, me enteré de la muerte de Dago (nunca supe su apellido), notable artista plástico del barrio de la Boca, una persona con una increíble fiebre creativa, que usaba incluso sus propios residuos para crear cuadros y esculturas. Fue además, durante un tiempo, diagramador del diario la Razón, de esta ciudad. Nos dejó hace alrededor de un año.
Y tambien mi recuerdo para Jorge Giancristiano, amigo personal fallecido a mediados del año reciente pasado.
De todos ellos no tendré más su presencia física, pero sí sus recuerdos porque todos ellos me han hecho valiosos aportes como personas. Sus rostros, sus frases, sus sentidos del humor estarán siempre presentes en mí.
Y, como me dijo un amigo, "honrar a los muertos, pero cuidar a los vivos". Yo, seguiré adelante en este extraño y fascinante mundo presente que nos ha tocado, con sus sonrientes rostros en mi memoria.

Miguel Gary.-

jueves, 14 de enero de 2010

ruido de la mente


RUIDO DE LA MENTE.
pensamiento
ruido constante
detente alguna vez
el corazón está cansado
tapado por tu voz
estridente loca contaminada
el corazón quiere hablar :
tu misteriosa dictadura lo silencia
hombres serios lo evitan
y la publicidad
ofrece todas sus plumas de pavo real
contra él...

Miguel Gary

viernes, 27 de noviembre de 2009

la hoja


LA HOJA.-

Un día de otoño vi las hojas marrones cayendo.
Al día siguiente otra más cayó, revoloteó un poco por el aire y se metió en mi boca.
Me tragué la hoja y se quedó en mi pecho.
Desde entonces, por más alegrías, por más primaveras que tenga, siento otoño.
Siento otoño en los supermercados, siento otoño en el amor y siento otoño los lunes y los domingos.
Siento otoño en los barriales y en las alfombras lujosas.
El otoño me dobla la cansada espalda, me alimenta insensatas esperanzas, se viste de violeta con policial uniforme.
Siento otoño en los amaneceres y en los niños sin sol.
Siento otoño en las oficinistas, y los cigarrillos tienen sabor a otoño.
Siento otoño en las plazas, en los ojos de los hombres, en las ganas de amar de la gente. En las banderas sucias de hollín. En los empates cero a cero..
Y veo, todos los otoños, alguien traga una hoja seca, como yo. Y veo multitudes alimentándose de otoños.
Ni Dios ni diablo me esperan entre las piedras de las ciudades; ni inviernos ni veranos ya me quedan.
A lo sumo, un automóvil, que te lleva para que no pises ni veas las hojas secas, que cada vez son más.
Eso me pasa por andar con la boca abierta.

Miguel Gary.-

domingo, 1 de noviembre de 2009

leyendas 2


LEYENDAS 2.-

Los árboles de algunos parques son todo un Universo en sí mismos
algunos son demasiado grandes de raíces muy viejas
en las noches se sacuden como fatigados

qué pacto de extraña geometría los dispone de tal o cual forma?
las sombras que dan los árboles en verano son de una extraña oscuridad
como si esa sombra nos abrazara y nos protegiera de impertinentes luces

yo de niño me trepaba a los más pequeños
pero los árboles del parque
son la bóveda oscura de los enamorados
guardan el secreto arcano
de la niñez que ya pasó
y la vejez que ya llega
(aquél chico que se trepaba conmigo y mis precoces deseos…)

y la fatigada antigüedad de los árboles
hará que el parque siempre
encierre dos mundos
la frivolidad del día con sus niños
las bicicletas y el fútbol
y el enigma de la noche

en la que sólo los árboles acompañan
el amor la locura…
y enormes
sacudidos por el viento
se preparan para conocer nuevos secretos.

Miguel Gary.-

jueves, 8 de octubre de 2009

la señora de gomez


LA SEÑORA DE GOMEZ.-

Ella no se llamaba ni por asomo “señora de Gomez”.
Se llamaba Lucrecia Mazachessi y fue soltera toda su vida.
Trabajaba en una oficina y en su casa, donde cuidaba tres gatos y un perro además de las tareas del hogar, que lo tenía bastante bien cuidado.
Así pasaban sus días, también a veces releyendo apuntes de la facultad de derecho donde años atrás había intentado hacer la carrera.
Demás está decir que vestía muy sencillamente, se diría una vieja desalineada, pese a que físicamente se conservaba bastante bien, ya pasando los sesenta.
Pero había una vez en el mes en que doña Lucrecia era, por un día, la señora de Gómez.
Mientras tanto pasaba sus días en el tranquilo barrio de Boedo; sus días demasiado tranquilos, entre sus gatos y su perro.
Con su eterno batón negro y sus ojotas gastadas iba de aquí para allá en aquella casa demasiado grande, que gracias a eso la entretenía.
La cocina, las plantas, los pisos (que siempre había que limpiarlos) y los apuntes de derecho.
Pero nadie sabía que doña Lucrecia hacía que el tiempo pasara rápido, para que llegara su día, su gran día de una vez por mes.
Era un arreglo que a Lucrecia le había costado conseguir, también una decisión que le había costado tomar; un paso hacia una locura, una estupidez que sin embargo la había llenado de felicidad de a poco, gradualmente.
Los segundos viernes de cada mes (esto podía variar, según la disponibilidad del “señor Gómez”) Lucrecia cambiaba como la noche se transforma en día.
El señor Gómez era un apuesto joven, morocho él, con físico trabajado por el gimnasio y ropa deportiva de marca. Un verdadero Adonis.
Pero no era más que un simple figurón taxi boy a quién Lucrecia pagaba bien, sólo para que realizara con clase aquella parodia, y no le contase a nadie.
“Gómez” sabía que los segundos viernes de cada mes, debía encaminarse a la lujosa confitería a pocas cuadras de la casa de Lucrecia, a la hora señalada.
Ese día Lucrecia empezaba a “producirse” desde temprano.
El día anterior ya se había gastado sus buenos pesos en una cotizada peluquería.
Después de una larga ducha llena de fantasías, se bañaba en un caro perfume.
Luego venía la indumentaria. Zapatos rojos de taco aguja, medias sensuales o sin medias, pollera muy corta.
En una hora podía decirse que Lucrecia rejuvenecía 10 años, pareciendo, por su look , una prostituta veterana y cotizada.
Enfundada en un vestido corto y ajustado, hasta con cartera al tono de los zapatos, amplio escote aunque fuera pleno invierno.
Se encaminaba a la confitería a paso rápido pegando fuertes tacazos, como para que todas las “chiruzas” del barrio se enteraran de que ahí pasaba “ella”, rumbo a su misterioso encuentro.
Se sentaba en una de las mesas de la confitería, adentro en invierno, afuera en verano. Cruzaba sensualmente las piernas y esperaba que la atendiera el mozo.
A ese mismo mozo Lucrecia le había contado su inventada historia. Sabía que contarle a ese mozo era para que todo el mundo se enterara… y eso era lo que ella más deseaba.
Que se había casado hace varios años con ese apuesto joven morocho, que se habían divorciado por “incompatibilidad de caracteres”, pero que seguían manteniendo una “buena relación”. Además de “otras cosas” que Lucre había dejado entrever al mozo que todavía continuaban con el joven.
No habían sido ni novios, ni amantes, ni un pequeño affaire, habían sido nada menos que marido y mujer (según la historia de Lucrecia); eso la excitaba más aún.
A los pocos minutos en los que ella devoraba lo más sofisticada y eróticamente un té con masitas, llegaba él con su mejor ropaje deportivo.
Pasaban el mayor tiempo posible. El pedía un café o un coñac caro, hacía incluso como que pagaba él, como buen caballero (pero en realidad después Lucrecia cubría todos los gastos). Se tomaban de vez en cuando de las manos, se miraban con indisimulado ardor. Todo era una perfecta actuación.
El mozo venía creyéndose hace ya años esa película. Por lo demás, siempre habría un gil del barrio tomando algo, o que pasara por la vereda y viera esa caliente charla entre el joven galán y la veterana maquillada.
Después llegaba el momento de la retirada, que debía tener un fuerte tinte sensual, ya que Lucre quería insinuar a todos los que miraban que, después de la charla, seguramente iban a acostarse juntos.
Se dirigían a la puerta del bar fuertemente tomados de la mano y mirándose con una sonrisa cómplice.
Salían a la calle de la misma manera.
Caminaban algunas cuadras, y llegaba el momento de la despedida, con un simple beso en la mejilla.
Lucrecia volvía taconeando hacia las cuadras de su casa, cuando ya el sol caía.
El “señor Gómez” ya estaría rumbo a su casa o al encuentro de alguna dama solitaria o caballero gay solitario necesitados de sexo express y rápido.
Llegaba y abría su puerta siempre con la cabeza erguida y su andar cadencioso.
Ahí la esperaba la soledad de su casa. Pero ya todas las cosas tenían otro sabor.
La parodia se había montado una vez más y ella estaba colmada de placer.
El maquillaje y la ropa sensual iban cayendo.
Volvía a ser de a poco la doña Lucrecia del barrio. La señora de Gómez.
La esperaban sus tres gatos maullando como criaturas alborotadas, su perro, las plantas del balcón, sus apuntes de derecho, la eterna foto de sus finados padres… ésos eran sus únicos amores.-
Miguel Gary.-

sábado, 5 de septiembre de 2009

BLOG DE DIBUJOS

para los que quieran ver los dibujos el blog está dentro de "ver todo mi perfil".- Miguel.-

LA PEÑA DEL ENCUENTRO. video cine bar

VIDEO CINE BAR.
Encuentro de amigos
Reservas telefónicas: 4932-1411
Carlos Calvo 3978. Bs. As. (Capital).-
Pantalla gigante sonido Dolby 6.1
1 Y 3 VIERNES DE CADA MES
"La Peña del Encuentro"
Un espacio para escuchar y ser escuchado.
Música, poesía, danza.
micrófono abierto.

domingo, 9 de agosto de 2009

el cuento sin fin


EL CUENTO SIN FIN.
Yo era un hombre feliz como cualquier otro.
Salía a trabajar todos los días y con mi esfuerzo mantenía un departamento como en el que estoy ahora preparándome el almuerzo.
Claro, tenía mis diferencias como cualquiera.
Yo era soltero y cuando la soledad y el silencio comenzaron a cansarme decidí coleccionar pájaros.
Trataba de tener un solo ejemplar de cada especie, aunque en algunos casos me daban lástima y buscaba la parejita para la hembra o el machi según el caso; como lo hice, por ejemplo, con las urracas.
La colección tarda en formarse.
Las causas de esta demora son varias. La falta de tiempo, a veces del dinero suficiente para comprar ejemplares caros.
Y por supuesto, la difícil tarea de ir aprendiendo cómo se cuida cada especie, qué se le da de comer, etc.
Pero las ganas lo pueden todo.
El tema es que poco a poco, logré tener una colección estable de unos treinta y cinco tipos de aves diferentes (de las que pueden vivir en cautiverio), que ocupaban gran parte de mi departamento; casi más de lo que ocupaba yo con mi modesta cama, mis muebles y todo lo demás.
El piar de los pájaros me pareció en los primeros tiempos el mayor problema, un sonido ininterrumpido que no dejaba lugar al silencio ni siquiera por las noches.
Pero el amor a un animal hace que uno comience a querer también a su onomatopeya.
Al poco tiempo me hubiera resultado inconcebible vivir sin el piar cercano y estridente de cuatro o cinco aves.
Descubrí qué mal viven los hombres que no escuchan pájaros.
O ésos que apenas tienen un triste canario y creen que su gorjeo solitario puede significar alguna compañía. Que me disculpen.
Verdadera compañía era la mía, una verdadera enorme familia cantando para mí, espantando mi soledad hasta hacerla desaparecer.
Amaba a esos pájaros como a hijos, como a hermanos, esposas, amigos.
Pero un día empecé a sentir que una extraña contradicción ensombrecía mi vida pajarera.
Para que esos seres alegraran mi vida DEBIA tenerlos encerrados.
Me querrían igual si abriera las puertas de sus jaulas?
Se quedarían, aunque sea por piedad, para seguir cantándome?
Yo sabía que todos saldrían.
Y si dejaba abierto el ventanal se irían incluso del departamento, uno por uno, hasta el último.
No debería ser el único hombre que tuviera pájaros y que sintiera lástima por tenerlos cautivos.
Finalmente tomé una decisión. Iba a abrir las puertas de todas las jaulas.
Una por una, comencé a abrirlas.
Pero esta peligrosa decisión significó la segunda GRAN ALEGRIA de mi vida.
Ninguno salió de su jaula. Ni las aves exóticas que suelen ser rebeldes, ni el churrinche, ni el mixto, ni el zorzal.
Me imaginaba que los pájaros típicamente caseros como el canario o el jilguero no se irían. Pero esa demostración de afecto, de ver que los días pasaban y ninguno, ni las atrevidas urracas abandonaban sus jaula, me conmovió.
Más aún, el cabecita negra salió y revoloteó un poco por la habitación, y luego volvió a su jaulita.
Así pasaron semanas, hasta meses.
Hasta que un día, en una tarde de sol, el azulejo o “siete colores”, uno de los más queridos por mí, bajó de su jaula y se acercó al balcón.
Se detuvo durante unos segundos que se me hicieron interminables. Sentí como si me mirara.
Luego miró hacia un árbol de la vereda, y con un vuelo rápido, en el que decidió de un impulso su destino, como lo hacen los seres libres como los pájaros, se cruzó hasta el árbol.
Afuera la selva de cemento rugía con sus autos, y miles de gorriones cantaban al sol de la tarde.
Ya me había abandonado uno de mis emplumados y parlanchines compañeros.
Lo esperaban los árboles, sus amigos los gorriones, los peligros de la ciudad: la libertad.
En lugar de tristeza sentí alivio.
Una jaula vacía.
Cual sería el próximo?
El churrinche, con su pecho rojo fuego, parecía mirarme fijamente.
Lo miré. Me miró. Lo miré. Me miró.
Vi la tristeza en sus ojos, y en su pensamiento.
Que no era otro que el pensamiento colectivo de todos los pájaros, de mí mismo, del hogar.
Era una mezcla de euforia y tristeza.
Sabía que mañana, cuando llegara por la tarde, el churrinche se despediría de mí.
De la misma forma que el azulejo, el churrinche remontó vuelo desde mi balcón.
Esta vez, los demás pájaros saludaron con un canto su partida.
Y así, de a poco, cada tarde, se fueron yendo. El cabecita negra, el mixto, después la urracas.
Los pájaros exóticos que me habían salido tan caros. Una pajarita hembra del Brasil me causó mucho dolor al partir.
Ojalá volando llegara algún día a su querida y verde patria.
Las jaulas se fueron despoblando. A pesar de que todavía me quedaban unos diez pájaros empecé a sentir el silencio.
Por primera vez en años volví a escuchar la radio.
Son esos primeros amagues que nos hace la soledad antes de pegarnos el golpe del definitivo knock out.
Pero la oía sin escucharla. No sabía ni las noticias, ni la clase de música que pasaban.
Nada se comparaba al trinar de mis pájaros.
Pasaron los días terribles.
Cada tarde era una despedida. Un cato menos, una jaula vacía.
Quedaron finalmente tres amiguitos.
Los mejores cantores: el zorzal, el jilguero y el canario.
Quizá para darme una especie de concierto final. Pero el zorzal y el jilguero también se fueron un día.
Me quedé a solas con el canario.
Admiré el compañerismo heroico de este pájaro. El canario es muy hogareño.
Todos los días, me levantaba con un deseo cruel y egoísta: bajara la puertita y cerrarle la jaula.
Una mañana me acerqué.
Era tan simple no quedarme solo.
Moviendo una trabita con el dedo la puerta se cerraría y el canario se quedaría conmigo para siempre, hasta su muerte o la mía.
Lo hice.
Con ese insignificante movimiento lo dejé encerrado.
Me senté a tomar mate mirando la jaula del canario cautivo.
Reflexioné. Pocas veces el pensar demasiado produce buenos resultados.
Esta vez el resultado de mi reflexión fue bueno.
Me levanté y le abrí la puerta.
El mejor canto que jamás le había oído brotó de su garganta de pájaro.
Aún así, pasó unos cuantos días conmigo.
Una atmósfera de soledad empezó a invadir mi hogar.
El canario y yo.
Sin T. V., ni parientes, ni amigos.
Una tarde saltó de la jaula.
Con timidez se acercó al balcón.
Me acerqué. Arrimé mi mano y se posó en mi dedo.
Pío con tristeza y me miró.
Lloré; pero no cerré mi puño.
Bajó de mi mano, se acercó al borde del balcón, y se echó a volar.
Me quedé solo.
Me quedé un rato más en el balcón. Quería escuchar los ruidos de la ciudad.
De alguna forma, ella responde.
Al día siguiente llegó el final.
Me fui sin equipaje.
Sin comer y sin avisar que me iba.
Sin destino.
Como volado sin alas, caminé calles y calles.
Tuve sed, hambre, calor, frío. Hasta compañeros circunstanciales de esa vida de soltería y rebusque…
No hay nada más lindo que el hogar. No hay nada más lindo que los pájaros.
Quién viviría en mi casa ahora?
Fuera quien fuera, algún día se iría.
(Por más cautiva que fuera esa alma, Dios se acuerda de darle alas a todas. Algunas vuelan como águilas. Otras apenas pegan unos saltitos, pero miran el cielo.)
Quién sabe, a lo mejor algún día nos encontramos.
Si eso sucede, tengo mucho para contarle sobre pájaros.

Miguel Gary.-


(diploma de honor 3 certamen internacional de poesía y cuento libre Ateneo de las Letras, 1999.-)

domingo, 19 de julio de 2009

la lágrima secreta


LA LAGRIMA SECRETA.
estoy tan solo que mis huesos
me sostienen de mala gana
la luz amenaza dejarme a oscuras
y mi razón solo acepta la lógica de los desalmados
y mi cuerpo deambula
por entre edificios
donde mendigos y millonarios me insultan

pero esta epopeya es tan noble
que por eso no me suicido en medio de una fiesta

nunca conocerán
la lágrima de ácido
destilada durante años de angustia
que quema lentamente mi corazón

en adelante
sonreiré como ustedes
hasta que la lágrima
se devore el último pedazo de mi alma.

Miguel Gary

viernes, 3 de julio de 2009

el paraguas


EL PARAGUAS.

(Alrededor de 1978…)
Me puse a esperar el colectivo setenta, que me llevaría como todos los días desde mi casa de Barracas al Sur hasta mi trabajo.
Eran las siete de la mañana cuando negros nubarrones encapotaban el cielo. Cuando el colectivo llegó a mi parada de parque Pereyra comenzó a desatarse la tormenta.
Las primeras gotas comenzaron a mojar mi pelo, mi blusa, mi pollera y mis sandalias, y me arrepentí de no haber traído paraguas.
Odiaba las tormentas de verano… esos días que comenzaban tan deprimentes.
En el parque la desolación era absoluta.
Cuando subí al colectivo sentí un alivio. Al menos quedaba un asiento, en el último de los de a dos.
Enfilé hacia él.
Me senté al lado de un tipo con apariencia de ejecutivo, y comencé a mirar nerviosamente por la ventanilla. La lluvia era torrencial.
Pero si la lluvia me había puesto nerviosa, el tipo de al lado me lograba exasperar.
No se podía negar la calidad de su traje oscuro ni de su maletín. Me pregunté que hacía ese hombre en aquél colectivo repleto de trabajadores y clase media baja.
Completando el cuadro, portaba un lujoso paraguas negro con empuñadura dorada.
Se me antojó algo tétrico.
Por un instante nuestras miradas se cruzaron y sentí una especie de repugnancia. La misma que parecía sentir él por mí.
Luego el tipo dejó de prestarme atención y comenzó a mirar a la gente.
Clavaba esa misma mirada fría y despectiva en el colectivero, en los pasajeros, en los asientos.
Tuve un mal presentimiento.
Pese a que faltaba mucho para llegar a Retiro me paré y comencé a acercarme hacia la puerta trasera, como quien se dispone a bajar.
Entonces sucedió lo terrible, lo que hasta el día de hoy no consigo explicarme; y de lo cual me abstuve de realizar denuncias por temor a ser tomada por loca.
Sin que mis ojos pudieran explicarlo, el lujoso paraguas del tipo se transformó en una sofisticada ametralladora.
Apuntó decididamente a los pasajeros de adelante con su despreciativa mirada. Estuve a punto de gritar pero el terror me contuvo.
Comenzó a disparar sin piedad.
Estallaron los primeros gritos, junto con los cristales de una ventanilla.
El colectivero giró asustado su cabeza, y viendo lo que ocurría, solo atinó a seguir conduciendo a toda velocidad.
Aterrada, comencé a tocarle timbre.
El colectivo se transformó en pocos segundos en un infierno.
Mis timbrazos, los gritos de la gente…y los dos primeros muertos en los asientos de adelante.
Algunos tipos se levantaron y trataron de irse encima del ejecutivo.
El loco asesino respondió con una terrible ráfaga de balas que me hizo cerrar los ojos de terror.

Cuando los abrí ví más cristales rotos y las paredes manchadas de sangre.
Me aferré a la puerta y traté de abrirla. No cedía.
Las ráfagas continuaron y yo ya no daba un centavo por mi vida.
Fue el chofer quién atinó a abrir la puerta trasera.
Volví a mirar y el espectáculo era dantesco.
La mayoría de los pasajeros ya estaban muertos sin lugar a dudas, las ventanillas estaban todas destrozadas y la sangre inundaba el corredor.
El colectivo seguía andando a una velocidad increíble. Saltar a la calle me resultaba tan peligroso como quedarme en ese infierno.
El ejecutivo apuntó al conductor y lo destrozó a balazos.
El setenta se bamboleó como un gigante herido por las últimas cuadras de Esmeralda hasta que por fin frenó.
Bajé desesperada, resbalé y caí sobre el asfalto.
Me paré y pude ver la sangre chorrear por los escalones de la puerta y mezclarse con la lluvia.
Corrí enloquecida.
A los treinta metros, al verme rodeada de gente, me tranquilicé.
Creí haber tenido una alucinación.
Volví a mirara con enfermiza curiosidad.
Unos pocos curiosos empezaban a rodear el colectivo destrozado por los impactos. También vi un patrullero y varios policías. Por la puerta trasera descendió el ejecutivo, con el paraguas nuevamente entre sus manos.
Vi como lo palpaban de armas. Luego de cruzar unas palabras lo dejaron ir.
Abrió su paraguas y se alejó tranquilamente hacia el microcentro.
Ahora apenas garuaba.

Miguel Gary.

domingo, 31 de mayo de 2009

la novia de los perdedores


LA NOVIA DE LOS PERDEDORES.-

La vida nos había unido de casualidad en ese destino mezcla de bohemia, carencia extrema, soledad, juventud, trabajos duros.

Lo cierto es que éramos Daniel y Miguel (yo) los que vivíamos en la planta baja de la pensión de la callle Serrano.

Pensión es una manera muy despectiva de nombrar a aquella casa. Tenía la tranquilidad necesaria; como es que la dueña, doña Margarita, no alquilaba ni a matrimonios ni a hombres mayores.

Nosotros dos abajo, y en la pieza de arriba un peruano blanco de Lima, que había venido como tantos de sus compatriotas (nunca supe porqué) a cursar sus estudios de medicina a Buenos Aires. Por la tarde trabajaba en una fábrica de pastas.

Por esta última razón lo aceptábamos mucho, ya que a veces venía con un “paquetito” para nuestros afligidos estómagos, que nos hacía recordar por lo menos de vez en cuando las pastas de los domingos de la década del setenta.

Danielito hacía once, once increíbles largos años que alquilaba allí.

Solo, sin familia, sin ni siquiera un tío lejano, pasó una juventud similar a la mía: joda, minas, etc.

Era hijo único y sus padres alquilaban.

Después que murieron sus padres tuvo que ir a parar a la pensión.

La vida le dio un recreo cuando consiguió un buen trabajo en una agencia de turismo.

Sano y gordo, casi redondo, alegre y jodón.

Soltero y ahora encima con algún dinero de sobra.

La cuestión que el tipo se recorrió todos los boliches con buenos trajes, cigarrillos de marca y fanfarroneando.

A mí me parecía que lo merecía.

Se pudo codear con chicas y flacos de clase media alta, a quienes entretendrían sus charlas que eran prácticamente monólogos sobre política, anécdotas sobre sí mismo o sobre personajes que sólo él conocía.

Nadie le creía lo que quería aparentar, pero el tipo de esa forma se la pasaba bien.

Yo era el mismo bicharraco antisocial que soy ahora, más introspectivo aún por el hecho de alquilar y andar seco.

Pero me alegraban la vida los personajes de la casa, las discusiones de Daniel con doña Margarita por los retrasos en el alquiler, pero sobretodo los “monólogos” de Daniel.

Cuando la señora Margarita, después de renegar con todos nosotros, se iba a dormir, Daniel sacaba unas milanesas con papas fritas que habíamos comprado entre ambos, más una sorpresita que era su gentileza: una botella de vino blanco fino bien helado.

Ahí empezaban sus anécdotas.

Si alguien cree que no es interesante escuchar a un tipo que habla casi siempre de sí mismo y sus “levantes” de mujeres del sábado anterior, del mes pasado o de hace años, se equivoca.

Yo me prendía en esas charlas rarísimas, sin miedo de perder mi tiempo ni traumas.

Durante la semana había que trabajar duro.

Cuidar el laburo porque sabíamos que estábamos en los principios de una década difícil.

Salíamos disparando a tomar el subte en plaza Italia, después de unos mates amargos. –el mate amargo es más agresivo- decía Danielito.

En el subte me seguía contando de sus amoríos., me señalaba alguna mujer y me decía:-ves, flaco? Parecida a aquella es “Fulanita”.-

Para Daniel su tesoro eran sus fantasías y alguna que otra mentira.

Poner el tesoro en los sueños es en algunos casos beneficioso.

“pon tus tesoros en el cielo”, leí una vez en la Biblia.

Era una noche común de esas de bohemia, ya ni siquiera eso; amargo aburrimiento matizado por la libertad de no tener ningún compromiso.

Esa noche le comuniqué a Daniel mi decisión de dejar el alcohol, por lo que el mate amargo y medio lavado acompañó la charla.

Se trataba, como siempre, de mujeres.

-Miguel, si vos ves la mina con la que arreglé para esta noche te caes de espaldas!-

-No digas, gordo…se te dio? –

-Se me dio, flaco, y de primera-

Yo sabía que a las largas soledades sobrevenían grandes amores, pero en el estado en que estábamos ambos, la cosa me sonaba a “verso”.

Y a qué hora es el asunto?

-A las doce nos encontramos en la puerta. Si querés asomate a la terraza, y vas a ver lo que es esta mina.-

-…Bueno!.-

El desamparo nos había hermanado tanto que el triunfo de uno era un poco el triunfo del otro.

Si lo que pretendía era intrigarme lo había conseguido.

Recordé cuando habíamos pensado irnos a Europa, y cuando uno tenía guita el otro no, y los pasaportes nunca se sacaron.

Me quedé en mi pieza terminando una de las salchichas de la cena.

Recuerdo que hacía calor y que si venía la chica de Daniel, iba a estar con ropa liviana y la iba a poder apreciar…mejor.

A las doce menos cinco salí a la terraza.

Ahí salió Daniel, de traje y fumando un cigarrillo caro.

Se paró y fumó y fumó contemplando pensativamente la luna.

No apareció nada parecido a una mujer.

Vi la noche de la ciudad en sábado, con todo su delirio de luces, bailes, juventud.

Creo que me corrió una lágrima, aunque no soy de llorar.

La ciudad de noche, el cigarrillo, la luna, ésa era la hermosa chica que Daniel tenía y tendría para él, todas las noches.

Yo sólo la vi esa vez, pero me bastó.

Danielito salió a caminar por Serrano para el lado del zoológico; quizá feliz porque me había engrupido.

Miguel Gary.

lunes, 18 de mayo de 2009

Adios, Mario Benedetti

HASTA SIEMPRE, COMPAÑERO.-

domingo, 26 de abril de 2009

mariposas rojas


MARIPOSAS ROJAS.

Todo el mundo sabía que en mi barrio había muchísimas mariposas, de todos los colores, tamaños y formas.

Hasta les habían puesto nombres y todo.

Quién no conocía a “la Julito”, “la Aníbal”, “la Ramírez”, etc.?

Las mariposas salían volando de todos los rincones del barrio, sabe Dios adonde.

Creo que se iban para el centro.

El problema para las mariposas en aquella época eran los murciélagos, que moraban frente a la plaza de Mayo.

Los murciélagos secuestraban, torturaban, les chupaban la sangre, y hasta mataban a las mariposas, y a otros bichitos.

Esos murciélagos eran fundamentalmente vampiros.

Entonces las mariposas aprendieron a volar bajito, y discretamente.

A veces hasta escondían las alas, simulado ser simples gusanitos.

Un buen día los murciélagos de Plaza de Mayo comenzaron a espantarse.

Los espantó una horda de obreros que llegaban con pancartas y bombos.

Otra horda de jóvenes soñadores de pelo largo.

Hasta yo fui, porque esos bicharracos me tenían podrido.

Otra horda de mujeres con pañuelos en la cabeza.

Hasta que al fin los murciélagos se retiraron todos, dejándonos el horror de su vampirismo.

A mí siempre me gustó observar mi barrio, porque dicen que quien observa su barrio observa el Universo.

Pude ver que las mariposas estaban mucho más alegres y empezaban a volar por todos lados.

Y descubrí que la mayoría se iban volviendo rojas.

Hermosas mariposas rojas.

Empezaron a juntarse y hacer desfiles justo en la plaza de Mayo, donde antes moraban los murciélagos.

Igualmente, todavía hay quienes detestan a las mariposas, y algunos animales que las maltratan. Especialmente unos murciélagos de color azul.

Pero ellas siguen yendo a sus marchas con sus banderas.

En noviembre me gusta ir a ver la marcha de las mariposas rojas, con sus banderas multicolores.

Miro a ver si veo alguna conocida: a ver si está la Aníbal, la Ramírez.

Vaya a saber si no las mató esa nueva peste, o la vejez, la soledad y el desamparo.

La marcha del orgullo de las mariposas. Todos los años bajo el sol de la primavera… siempre allá en Plaza de Mayo, en vuelo hasta el congreso.

Miguel Gary.-

jueves, 9 de abril de 2009

ya se quién me mata




YA SE QUIEN ME MATA.

ya se quién me consume

es esta sed insaciable
del más fuerte de los licores
la que me hace
suspirar por amores perdidos para siempre
luchar contra
hasta las más mínimas formas de tiranía

ya se qué cosa quema
mis energías mis vitaminas
qué dulce veneno socava mis neuronas

es este vicio incurable
que me hace transformar
los árboles en llamaradas divinas
los lagos en espejos taciturnos
ya se cual es la soledad
que me arranca de todos los amigos
y me hace deambular
por los parques de noche
buscando su sombra

es la poesía
ese dulce veneno
esa única y letal droga
quién me explota
es ella la razón
de mi hartazgo visceral
y mi voluntad de hierro
es ella quién se lleva
los últimos alientos
de mis sueños
y es todo un honor
morir a manos
de esta bella vampira.

Miguel Gary

jueves, 2 de abril de 2009

paréntesis


PARENTESIS.
El se acercó a la mesa de ella y se sentó.
Se miraron largo rato a los ojos sin decirse nada.
El llamó al mozo y pagó la cuenta. Salieron del bar tomados de la mano. En la esquina, aprovechando la oscuridad, se dieron un prolongado beso iluminados por la luna llena.
El la llevó hasta un albergue transitorio de la zona.
Sacó turno para toda la noche.
Subieron a la habitación sonriéndose y mirándose a los ojos.
Se sacaron la ropa, se dieron otro largo y apasionado beso.
Se arrojaron en la cama y empezaron a amarse salvajemente.
Tuvieron uno, dos coitos casi simultáneos, colmados de un maravilloso placer.
Era la primera vez que se sentían tan plenamente vivos.
Descansaron una hora.
Volvieron a hacerse el amor hasta quedar exhaustos y satisfechos.
El se levantó y fue a sacar algo del bolsillo del saco.
Volvió con un frasco de cianuro y se lo mostró a ella.
Se miraron un instante en silencio.
El abrió el frasco y se lo entregó a ella.
Ella bebió hasta la mitad del frasco y se lo entregó a él.
El tomó el resto y a los pocos minutos cayeron sobre la cama, inertes.
En la ventana la noche fue muriendo, dejando paso a la madrugada.

Las primeras luces del amanecer iluminaron los dos cuerpos sin vida.
Se hicieron las siete de la mañana y se acababa el turno.



Se levantaron y se vistieron sin hablarse.
En sus relojes vieron que se acercaba la hora de ir a trabajar.
Bajaron siempre sin dirijirse la palabra, él le devolvió la llave de la habitación al encargado y lo saludó.
Ya en la calle, sin despedida, partieron apresurados con rumbos distintos.

Miguel Gary.

domingo, 29 de marzo de 2009

la realidad, en todo caso..


LA REALIDAD EN TODO CASO.

en todo caso
la realidad del otro
la realidad
que un desconocido
puso a la fuerza
en tu calle
con cemento y piedra
en todo caso
la realidad que vomitan día a día
la radio y los periódicos
en todo caso
la realidad
por ley o por decreto
en todo caso
la realidad
de un familiar autoritario
la realidad
obsoleta
de las instituciones
la realidad de un cielo estrellado
un techo de chapa
un edificio
en todo caso
la realidad
que le conviene a una minoría

en todo caso
esa realidad abstracta
de transeúntes que opinan
y pasan rumbo al cementerio


pero nunca en todo caso
la realidad de nuestra alegría
de nuestros sueños
de nuestros corazones
ésa
la única
la verdadera.

Miguel Gary

domingo, 22 de marzo de 2009

lágrimas de miedo


LAGRIMAS DE MIEDO. ( a los caídos en yugoslavia) (a la memoria de mi madre)

ella era una mujer simple
que reaccionó ante la vida
con miedo como un pájaro
después tomó mucho coraje
éramos todos varones
protegiéndola
quizá
artista reprimida
aprendió a coser
a cocinar
pero apenas escribía
hoy la comprendo
yo comprendo todo tarde
quien maldito nos pone
entre esta niñez urgente de crecer
y esa adultez que mira de costado
la vejez y la soledad que se aproximan
mientras juntamos apurados
ropa naipes guitarras televisores
protegiéndonos
de un inevitable
bombardeo nuclear.

Miguel Gary

jueves, 19 de marzo de 2009

la voz de Salvadeo


LA VOZ DE SALVADEO.

Salvadeo era un hombre grande; grande de edad y grande de cuerpo, padrino de Daniel.

Salvadeo conocía toda la historia de los lugares de Barracas.

Esa parte de Barracas que ronda el parque Lezama, donde estuvo la Cantábrica y la Editorial Kraft.

Salvadeo habría trabajado creo que en todos los lugares, en aquellos tiempos en que los solterones tenían las puertas abiertas y eran queridos por todo el vecindario, cuando eran hombres buenos.

Cuando recorríamos el barrio él nos hablaba de la historia de los distintos lugares.

Le preocupaba mucho lo deteriorados que estaban los monumentos del parque.

El recordaba cuando se les lustraban los bronces una vez por semana, y relucían.

El también había trabajado haciendo eso.

En esos momentos su voz tomaba un tono quejumbroso, como si en su garganta se hubiera instalado un poco el herrumbre de los monumentos.

Por lo que él contaba, Barracas ya se había venido abajo hace rato.

Salvadeo nunca fue guardián del parque, el guardían oficial siempre fue "Flechita", designado por la Municipalidad.

Ese día el parque estaba bastante descuidado, lleno de papeles.

Eran volantes de la Juventud Socialista de Barracas, alertando sobre el cierre de varias imprentas grandes, e intenciones de desalojos masivos en las casas más antiguas.

Al día siguiente el consejero vecinal peronista mandó una cuadrilla municipal para que hicieran una limpieza profunda del parque, siguiendo su consigna de lograr que “Barracas vuelva a ser pintoresco y pujante”.

No quedó ningún papel en el suelo…pero los chicos lo volverían a ensuciar con pochoclos y manzanitas a medio comer.

Miguel Gary.-

miércoles, 11 de marzo de 2009

dioses de bangladesh



DIOSES DE BANGLADESH

en nosotros mora
lo burdo y lo sagrado

el mezquino y el héroe

en nosotros
como alas de una gaviota
que surca el infinito
habitan el joven ángel
y el viejo demonio

déjate atravesar por el rayo de un dios
en tu pecho virgen
en tus pies cansados
deja entrar las palabras sagradas en tus poros
y las cosas
tomarán su contorno

ya que no es infinito el abismo

navegando contra el viento
dos alas necesita
el animal de la libertad
chispa divina…

si supiera algún día
de su belleza y su poder.

Miguel Gary.

sábado, 28 de febrero de 2009

los ojos..


viernes, 27 de febrero de 2009

los ojos de barracas

LOS OJOS DE BARRACAS

al sur
avenida pedro de mendoza
al norte
caseros
al oeste
montes de oca
al este
el río de la plata
ésos son los límites del Universo

ahí todo puede suceder
y de hecho la eternidad
pasa entre místicos misteriosos y mistongos
respetables ancianos
viejas italianas

los tangos brotan de gastados tocadiscos
ahí
desde las ventanas miran
los ojos de los artistas
de los magos de los brujos
los ojos del tiempo
los ojos de Dios

el resto fuera de esos límites
es sólo un sueño
el sueño de Dios
que mira su creación
desde una vieja pieza
de barracas o la boca.

Miguel Gary.

domingo, 22 de febrero de 2009

jueves, 19 de febrero de 2009

36 triángulos?



la prostituta y los millones

LA PROSTITUTA Y LOS MILLONES

buenos aires te refresca y te sofoca
te pasa por encima o apenas te toca
te saca a patadas y después te extraña

te aprieta te afloja te acaricia te araña
te hace correr de viejo y descansar de joven
te deja sin un peso para que no te roben

te pone las pilas te saca las ganas
y te mira fijo por cualquier ventana

el amor más movido la soledad más quieta
te dan sus vidrieras sombrías coquetas
y con luz opaca de gobiernos pobres
te manda la cuenta antes de que cobres

no sabés si es mala no sabés si es buena
nunca lo averigues no vale la pena
más bien saboreala como a un cafecito
más un cigarrillo rutinario rito
donde te convence como astuta diosa
que sigas sus pasos de tacón y rosas
por departamentos subtes conventillos
hasta darle un beso en la helada frente
del mudo obelisco entre tanta gente

entre tanta gente ya ves no sos nada
sos de los millones que entran y que pagan
Dios sabe qué bienes servicios o amores
entre colectivos taxis y apretones
y si un día cansado tomás el avión
para no volver ni por confusión
tu amor más sublime el de adolescencia
queda en buenos aires preso de su esencia.


Miguel Gary.

domingo, 8 de febrero de 2009

pescadores

mar de ajó

ver el cielo

VER EL CIELO

las últimas palabras
tienen ese sonido turbio
que mi mente aturdida
por los cambios los adioses
no saben darle

las últimas palabras a una casa
a una mesa
a una mujer
a un padre

me voy de viaje y no se cuando regreso
me voy al vacío
de una espera que duele
que pesa y que me aplasta

parto obligado
rumbo a la definición total
sin haber podido
hacer ese agujerito en la vieja pared
que empecé desde niño
para poder ver el cielo.


Miguel Gary.